Conversamos con la apoderada Daniella Benavente, madre de dos alumnos – de 7° básico  y 1° Medio-, quien valora del colegio la comunión entre éste y las familias, la cercanía entre alumnos y profesores y el  fomento del trabajo en equipo, respetando diferencias.

1. ¿En qué año se integraron al colegio Cabo de Hornos? ¿Recuerda cómo fueron esos primeros días?
En 2019, fueron muy bien recibidos por sus compañeros y profesores. El ambiente y compañerismo les gustó desde el primer día. Veníamos llegando de haber vivido en otro país y nuestros hijos se sintieron muy bien acogidos.

2. ¿Qué destacaría especialmente del colegio?

Tengo varias cosas que podría destacar. Por ejemplo, me llamó la atención – y no lo he visto en otros colegios donde habían estado nuestros hijos – que el inspector y otros profesores estén todos los días esperando a los niños, con ánimo y los saluden por sus nombres o apellidos. En especial la cercanía que hay entre alumnos y profesores, como también la comunicación entre apoderados y profesores.

3. ¿Qué cuentan sus hijos sobre el colegio que los lleva a seguir siendo parte de esta comunidad y su proyecto educativo?

En primer lugar, les gusta ir al colegio, se levantan contentos en la mañana y le gusta participar en las actividades que se programan, de hecho, han participado en varias y quieren seguir haciéndolo.
Hemos visto que el colegio coloca un interés especial en el mejoramiento del proyecto educativo, nosotros confiamos en que eso se mantendrá en el tiempo.

4. ¿Qué herramientas entrega el CCH a sus hijos que considera les serán útiles en su futuro?

El hecho de que los motiven a trabajar en equipo, respetando diferencias y motivándolos para realizar buenos trabajos y actividades.
La entrega y coordinación que hubo durante la pandemia con las clases online, y el retorno paulatino a clases presenciales. Valoramos el esfuerzo hecho por el colegio, por los profesores; a pesar de todos los inconvenientes que se presentaron se logró superar esa difícil situación.

5. Ustedes como familia o sus hijos ¿han participado en alguna instancia deportivas, artísticas o cultural, organizada por el colegio que les gustaría destacar? ¿Cómo vivieron la experiencia?

Competencias deportivas, como la selección de fútbol donde participan nuestros dos hijos, atletismo, cross country (nuestro hijo menor representó al colegio con excelentes resultados), música (nuestro hijo mayor participa en un conjunto del colegio y ha tocado guitarra para algunas actividades internas), ferias donde hemos participado papás e hijos, competencias de inglés (spelling), entre algunas cosas.

6. ¿Cuál cree es el sello que identifica a la comunidad Cabo de Hornos?

Principalmente la comunión entre colegio y familia, como lo dice uno de los pilares del colegio. La confianza en poder manifestar lo que uno piensa, lo que se plantea siempre es bien recibido y, en nuestro caso, nos hemos sentido acogidos y bien recibidos.
Lo vemos en nuestros hijos, les gusta ir al colegio, les gusta participar en distintas actividades, y sus conversaciones y amistades giran en torno al mismo. Nos damos cuenta de que no solo hablan de clases, hablan de ir al colegio, que es un concepto más amplio y enriquecedor para ellos.

7. En cuanto a su vida personal ¿Qué le gusta realizar en sus ratos libres?
Principalmente estar en familia, los fines de semana estamos todos juntos y nos reunimos con abuelos y parientes. También me gusta hacer caminatas en cerros, a mis hijos y esposo jugar tenis y padel, además de ajedrez y juegos de mesa. Un buen libro también siempre está a la mano.

8. ¿Qué mensaje le enviaría a la comunidad Cabo de Hornos?

Que confiemos en este proyecto educativo. Cada año el colegio está preocupado de ir mejorando y creciendo. Toda institución se construye de a poco y sabemos que faltan cosas y detalles por mejorar. Confiamos y hemos visto que año tras año se producen cambios positivos para el desarrollo del colegio. ¡El Cabo de Hornos se ha ganado un nombre en Chicureo!