Invitar a nuestros hijos a participar de ricas preparaciones culinarias, nos permite compartir un tiempo agradable y entretenido con ellos, además de favorecer el desarrollo de sus destrezas y habilidades como la creatividad, la comunicación, el trabajo en equipo o la autonomía.
Al cocinar, los niños manipularán diferentes ingredientes, desarrollando su motricidad y coordinación, ayudando a que sus movimientos adquieran una autonomía creciente. Además, tanto los pequeños como los más grandes, trabajarán aspectos emocionales como el manejo de la frustración, la paciencia, el miedo al fracaso o la capacidad de recibir críticas.
Pasar tiempo en familia cocinando nos permitirá mostrarles alimentos sanos, como frutas, cereales, lácteos o verduras, e inculcarles desde pequeños hábitos alimenticios, que les ayudarán a prevenir futuras enfermedades como la obesidad o la diabetes.
Cocinar generando el mínimo de desechos
Al disminuir los residuos en nuestra cocina, estaremos cuidando el medioambiente y enseñando a nuestros hijos sobre la importancia del reciclaje. Contar con un espacio – aunque sea muy pequeño- donde separar restos que generamos al cocinar, como envases plásticos, cartón, latas o vidrios, permitirá a los niños observar una práctica que a futuro irán repitiendo.
Por ejemplo, los restos de cáscaras de frutas, verduras, huevos, café o té sirven para una compostera, disminuyendo sustancialmente la cantidad de desechos y generando un abono para plantas y jardines. O al reutilizar el agua de la cocción de papas o vegetales en una nueva preparación, o para regar nuestras plantas, ayudará a reducir su consumo.
Recomendaciones
La cocina puede ser uno de los lugares más peligroso de la casa, por eso es importante tomar las precauciones necesarias antes de comenzar: Alejar todo lo que pueda representar un peligro para los niños, como cuchillos y objetos puntiagudos; contar en todo momento con la presencia de un adulto que supervise a los más chicos; mantenerlos alejados del fuego, y entregar tareas acordes a la edad de cada uno.
Beneficios de cocinar en familia
- Al
generarse un espacio para compartir y conversar, se fortalece la relación con
los hijos.
- En
la cocina se desarrollan otras capacidades. Al hacerlos partícipes, sentirán
una sensación de logro y superación.
- Al
seguir paso a paso cada preparación, los niños aprenden a planificar.
- Pondrán
en práctica algunos de sus conocimientos como fracciones, unidades de medidas,
cálculos, proporciones y componentes.
- Permite
el desarrollo de su independencia. Los hijos más grandes estarán seguros en la
cocina; sabrán cómo funcionan los electrodomésticos y tendrán una noción básica
para prepararse un plato.
- Los niños se disponen a probar nuevos sabores y alimentos, al conocer cómo han sido creados. Además, aprenden a valorar la comida preparada en casa.
Fuentes