Prevención de alcohol y drogas en edad escolar

Droga, para la Organización Mundial de la Salud (OMS), es cualquier sustancia natural o sintética que al ser introducida en el organismo afecta al sistema nervioso central y altera y/o modifica la actividad psíquica, emocional y el funcionamiento del organismo. Estas se clasifican en drogas ilícitas y lícitas.

  • Las drogas lícitas son todas las sustancias cuyo uso no está penalizado por la ley, como tabaco, alcohol, medicamentos, fármacos que tienen efectos psicotrópicos, en un contexto terapéutico. El alcohol y el tabaco son las más utilizadas.
  • Las drogas ilícitas, son las que no están permitidas por la ley, tales como la cocaína y la marihuana, entre muchas otras, siendo la marihuana la más masiva.

Según el SENDA mientras más temprano se inicie el consumo de drogas, más probabilidades hay de generar una dependencia. Al estar los niños y adolescentes en pleno desarrollo emocional y físico, las consecuencias pueden ser graves, pues son nocivas en etapas donde aún no se completa la maduración del sistema nervioso, ya que puede alterar habilidades cognitivas como aprendizaje, memoria y atención, dejando secuelas definitivas en la adolescencia. 

El cerebro posee un circuito de gratificación, el cual controla y regula nuestra capacidad de sentir placer. El alcohol y otras drogas de abuso sobreestimulan este circuito, produciendo cambios en el cerebro que pueden llevar rápidamente a la dependencia. Para el Dr. Carlos Ibáñez, encargado de la Unidad de Adicciones de la Clínica Psiquiátrica Universitaria de la U. de Chile, las drogas tienen que ver con el aumento de la deserción escolar y la disminución de los logros académicos de quienes las las utilizan.

Las drogas más comunes

Si bien de acuerdo al SENDA el uso del tabaco ha ido a la baja entre los escolares desde el año 2005, la proporción de estudiantes que fuma antes de los 15 años, llega a 65,3% en 2017, con una edad promedio de inicio de 13,8 años. Entre los problemas de salud causados por el tabaco están el deterioro dental, daños metabólicos, tos frecuente, aumento de flema, disminución del buen estado físico y problemas respiratorios.

Respecto al alcohol, independiente del sexo, en promedio dos de cada tres estudiantes que han ingerido alcohol alguna vez en su vida lo probaron por primera vez antes de los 15 años.  Por ello, la American Academy of Pediatrics (AAP), recomienda que comencemos a hablar con nuestros hijos a muy temprana edad, alrededor de los 9 años.

La percepción de riesgo por uso experimental de marihuana, llega al 28,9%, 13,6 puntos porcentuales menos que en 2006. (SENDA, 2017). Un estudio aparecido en Journal of Neurosciences (enero 2019) concluyó que incluso un bajo uso de marihuana producía anomalías en la formación del cerebro generando disminución de las habilidades de aprendizaje, presencia de mal humor e indecisión respecto al cómo actuar.

Cómo prevenir

Comunidad, familia y colegio deben involucrarse y comprometerse en la tarea preventiva, comenzando con el diálogo entre padres e hijos desde su infancia. 

Las acciones que ofrece el colegio son un complemento del rol que debe tener familia. Algunas estrategias que se recomiendan trabajar en la casa son: 

1.Conversar abiertamente sobre los riesgos de la ingesta de alcohol y drogas con nuestros hijos, sobre sus efectos negativos en sus cerebros y su capacidad para aprender. La mejor manera de enfrentar el tema es conversar, y el desafío de los padres es informarse..

2.    Corregir cualquier creencia errónea como «todo el mundo bebe”, «la marihuana no hace daño”. Apoyar a los hijos mostrando un claro rechazo a las drogas, dándoles su opinión y ayudándolos a tomar decisiones.

3.   Dar el ejemplo. Los adultos son un modelo de conducta para niños, niñas y adolescentes.

4.   Establecer un sistema coherente de normas. Coordinarse entre los padres en cuanto a horarios, finalización de fiestas y ausencia de alcohol, para ser coherentes y no instaurar ambivalencias en cuanto a estos límites. 

5.   Conocer a sus amigos y ofrecer, en lo posible, la propia casa para que se reúnan.

6.   Estar alerta a las llegadas nocturnas. Ante la primera embriaguez, evitar dramatizar. Conversar al día siguiente sin juzgar y orientar sobre los perjuicios que esto conllevan, buscando soluciones para la situación. 

7.   Desarrollar actividades y conductas enfocadas a la prevención, como el deporte, la música, el arte y otras, fomentando sus intereses personales.

8.   Fortalecer los espacios de recreación familiar y comunitaria.

9.   Mostrar preocupación si alguien de nuestra comunidad tiene problemas con el alcohol u otras drogas.

El colegio ha aplicado el Programa de prevención del consumo de drogas y alcohol para Educación Básica y Media (SENDA).  A su vez, el colegio cuenta con protocolos relacionados al uso y porte de sustancias.

Las actividades que propone dicho programa incentiva a los alumnos a reconocer sus habilidades y fortalezas, descubrir sus sueños para luchar por ellos, valorar a sus compañeros(as) y redes de apoyo y principalmente promover un estilo de vida saludable, alejado del uso de drogas y alcohol.

Fuentes

https://www.healthychildren.org

http://www.uchile.cl/noticias/147921/la-marihuana-aumenta-la-desercion-escolar

http://www.senda.gob.cl/wp-content/uploads/2019/01/ENPE-2017.pdf

https://portal.alemana.cl/wps/wcm/connect/Internet/Home/centro-de-extension/aprendamos-de/no-tomes-alcohol-antes-de-los-18

https://www.medigraphic.com/pdfs/enfneu/ene-2011/ene113d.pdf

http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1132-05592011000100008