La noción de Inteligencia Emocional (IE) fue descrita con detalle por Daniel Goleman, psicólogo y periodista estadounidense, a mediado de los 90’ y desde entonces se ha utilizado en diversos ámbitos como el trabajo, los estudios y lo social. Hoy, Goleman introduce un nuevo término, el concepto de sustentabilidad personal, un enfoque de autocuidado que puede ayudarnos a no caer en el agotamiento.
La inteligencia emocional puede describirse como “la habilidad para reconocer los sentimientos propios y ajenos y la aptitud para manejarlos”. Goleman la resume así: “cómo llevamos nuestras vidas y cómo manejamos nuestras relaciones”.
Las capacidades más importantes que pueden aplicarse en el trabajo, educación y la vida, son la autoconciencia, la automotivación, el control de los impulsos, la autorregulación de los estados de ánimo, la empatía y la confianza en los demás y la persistencia.
El psicólogo y periodista dice que las emociones cambian todo el tiempo. “Hay que ponerles atención a las grandes, a aquellas que son perturbadoras, como la rabia, que es muy seductora, pero no es útil”, aconseja. “La autoconciencia, la autogestión y la empatía permiten establecer buenos vínculos. Las emociones son contagiosas siempre, ya se trate de colegas, clientes o amigos. Se produce una transacción emocional, que puede ser grandiosa o puede ser un desastre”, subraya.
Inteligencia emocional en los niños
Uno de los motivos que llevó a Goleman a explorar la inteligencia emocional está relacionada con los niños. Se dio cuenta de que, en el mundo occidental, prima la costumbre de recompensarlos por ser “mejores” que sus compañeros: “pero así es como creamos niños y posteriormente adultos competitivos y centrados en sí mismos”.
Él se preguntó: ¿Cómo podríamos tratarlos de otra forma? Por ello diseñó los programas SEL (Social and Emocional Learning) que complementan las mallas escolares con la enseñanza de destrezas blandas, desde kínder hasta enseñanza media, y han ido ganando cada vez más espacio, dentro y fuera de Estados Unidos.
Entre otros beneficios, mejoran la conducta y el aprendizaje de los alumnos. “Enseñar inteligencia emocional a los niños se ha vuelto un movimiento global, que los ayuda a cultivar las habilidades personales y los talentos desde el comienzo de sus vidas: autoconciencia, autodisciplina, empatía y herramientas para relacionarse. Los considero regalos”, sostiene Goleman.
Sustentabilidad personal
Desde 2020 Goleman, junto al psicólogo Richard Boyatzis, ha trabajado en un mecanismo para ayudar a las personas a dejar atrás el ciclo negativo del estrés y así evitar el burnout, estado de profundo desgaste mental, emocional y físico, del cual es muy difícil salir.
La sustentabilidad personal la definen como una nueva manera de entender el autocuidado, donde se busca que las personas sean proactivas a la hora de identificar su estrés, y muy especialmente, a buscar cómo frenarlo antes de que se salga de control.
Nuestra salud y bienestar han empeorado porque gastamos nuestros recursos emocionales igual que cómo agotamos nuestros recursos en el planeta, permitiendo que las demandas del acelerado mundo actual tomen más energía de nosotros de la que somos capaces de reponer, desgastando nuestro sistema mental, físico y emocional.
Los psicólogos estadounidenses plantean que se debe indagar en las causas específicas de nuestro estrés y luego buscar las formas para relajarnos o renovarnos, mediante actividades que se ajusten a la personalidad y estilo de vida de cada persona, siendo proactivo en activar el sistema parasimpático, el mecanismo natural que tiene el cuerpo para descansar. Es ahí cuando nuestro sistema cognitivo funciona mejor, momento ideal para la creatividad y los pensamientos complejos, estado en el que estamos más abiertos a las ideas nuevas y a la innovación.
Actividades para la sustentabilidad personal
Las actividades ideales para recargarnos tienen que ver con acciones simples pero efectivas, fisiológicamente profundas, consideradas como entretenimiento positivo. Actividades que conecten con el momento presente. Estas pueden ser:
- Actividad física moderada
- Contacto con la naturaleza
- Meditar
- Compartir tiempo libre con los amigos
- Rezar
- Jugar con los hijos
- Practicar yoga o tai chi
- Jardinear
- Escuchar música
- Leer un libro por placer
- Jugar con mascotas
- Caminar
El autocuidado que promueve la sustentabilidad personal aumenta la inteligencia emocional, consiguiendo a través de ella un mayor bienestar. Se trata de aplicar en nuestras vidas los mismos valores de sustentabilidad que cada vez son más urgentes al hablar del medio ambiente: cuidado de recursos, ahorro de energía y visión a largo plazo.
Fuentes